Por Yeter Palmero/ Televisión Camagüey
Escuchaba a un colega dar sus impresiones, sobre el triunfo cubano en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en función de poner fin al bloqueo económico y financiero impuesto por los Estados Unidos. Nos queda a los cubanos, ser más eficientes, más productivos y mejores trabajadores,- dijo- criterio con el que ampliamente coincido.
Sin dudas este es un triunfo genuino y representativo. Indica la posición favorable de la comunidad internacional hacia Cuba, refiere el aislamiento actual en el que se encuentran las clásicas y arbitrarias medidas de los Estados Unidos contra la isla, además de constituir un premio para el pueblo cubano y la justeza del proyecto social que sigue.
Esta no es una realidad que pueda esconderse o disimularse. La votación de 187 naciones a favor de la deposición del bloqueo, 2 en contra y 3 abstenciones, habla por sí misma; máxime cuando fueron precisamente el gobierno norteamericano, un aliado y mínimos coaccionados los opuestos o silenciados.
Las pérdidas económicas por el concepto de esta medida en la isla resultan millonarias y asombran. Aún cuando pudieran existir por su crudeza tristes ejemplos, ni un solo fallecimiento ha ocurrido por esta causa; la entereza, creatividad y valor de lo cubanos han hecho de las dificultades triunfos.
En hogares, centros de trabajo, hospitales, escuelas… hombres y mujeres solucionan lo que parece en ocasiones complejo. El factor humano es el mayor capital de la Revolución cubana, es lo que le imprime vida sustentado en firmes convicciones.
Hoy, al día siguiente de la victoria pudiera preguntarse alguien ¿Y ahora? Es cierto que esta no es la primera ocasión en que la mayoría exige el fin del bloqueo mediante el voto en la ONU. Es cierto que aún cuando ya los cubanos acumulamos varios triunfos, la medida sigue en pie sin variaciones.
No es retórica ni pasado, tal como en plena asamblea quiso hacer ver la delegación norteamericana. Su demagogia no nos asombra, por años hemos tenido que parparla y enfrentarla.
A los cubanos nos queda continuar disfrutando el triunfo, seguir de pie en la batalla por el fin de esta medida y de otras, como la lucha por la liberación de los cinco hermanos presos injustamente en cárceles norteamericanas, no desmayar nunca...
Nos queda continuar, como lo hemos hecho hasta hoy, al lado de la Revolución en la que nosotros mismos somos protagonistas, dando luz y vida a sus verdades. Persistiremos en lograr el fin de la injusticia, porque ella también es base esencial para un mundo de paz.
Escuchaba a un colega dar sus impresiones, sobre el triunfo cubano en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en función de poner fin al bloqueo económico y financiero impuesto por los Estados Unidos. Nos queda a los cubanos, ser más eficientes, más productivos y mejores trabajadores,- dijo- criterio con el que ampliamente coincido.
Sin dudas este es un triunfo genuino y representativo. Indica la posición favorable de la comunidad internacional hacia Cuba, refiere el aislamiento actual en el que se encuentran las clásicas y arbitrarias medidas de los Estados Unidos contra la isla, además de constituir un premio para el pueblo cubano y la justeza del proyecto social que sigue.
Esta no es una realidad que pueda esconderse o disimularse. La votación de 187 naciones a favor de la deposición del bloqueo, 2 en contra y 3 abstenciones, habla por sí misma; máxime cuando fueron precisamente el gobierno norteamericano, un aliado y mínimos coaccionados los opuestos o silenciados.
Las pérdidas económicas por el concepto de esta medida en la isla resultan millonarias y asombran. Aún cuando pudieran existir por su crudeza tristes ejemplos, ni un solo fallecimiento ha ocurrido por esta causa; la entereza, creatividad y valor de lo cubanos han hecho de las dificultades triunfos.
En hogares, centros de trabajo, hospitales, escuelas… hombres y mujeres solucionan lo que parece en ocasiones complejo. El factor humano es el mayor capital de la Revolución cubana, es lo que le imprime vida sustentado en firmes convicciones.
Hoy, al día siguiente de la victoria pudiera preguntarse alguien ¿Y ahora? Es cierto que esta no es la primera ocasión en que la mayoría exige el fin del bloqueo mediante el voto en la ONU. Es cierto que aún cuando ya los cubanos acumulamos varios triunfos, la medida sigue en pie sin variaciones.
No es retórica ni pasado, tal como en plena asamblea quiso hacer ver la delegación norteamericana. Su demagogia no nos asombra, por años hemos tenido que parparla y enfrentarla.
A los cubanos nos queda continuar disfrutando el triunfo, seguir de pie en la batalla por el fin de esta medida y de otras, como la lucha por la liberación de los cinco hermanos presos injustamente en cárceles norteamericanas, no desmayar nunca...
Nos queda continuar, como lo hemos hecho hasta hoy, al lado de la Revolución en la que nosotros mismos somos protagonistas, dando luz y vida a sus verdades. Persistiremos en lograr el fin de la injusticia, porque ella también es base esencial para un mundo de paz.
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