El avance imparable del virus del ébola (EVE) comienza a sacudir,
cuatro meses después de su principal brote en Guinea-Conakry, las
conciencias de los dirigentes de la Organización Mundial de la Salud.
La facilidad con la que se transmite, mediante contacto directo (a
través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la
piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de
personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales
contaminados por dichos líquidos, -y no por el aire-, unido a su
vertiginosa propagación en las últimas semanas, ha provocado que
Margaret Chan, directora general de la OMS, busque ya soluciones para
tratar de controlar una enfermedad que lleva camino de convertirse en
epidemia, si no lo es ya.
Y es que desde que se detectase un brote en Guinea-Conakry el pasado
mes de marzo, el virus se ha propagado rápidamente hacia otros países de
África Occidental, concretamente a Liberia y Sierra Leona. En total,
1.323 casos registrados que han dejado 729 fallecimientos en los tres
países desde marzo de 2014, 60 de los cuales eran sanitarios. En este
último estado, su presidente, Ernest Bai Koroma, ha declarado el “estado
de emergencia pública”, mientras que en Liberia han optado por cerrar
las escuelas y trabajan sobre la idea de poner en cuarentena algunas
comunidades para intentar poner así coto a la peor cepa de ébola de la
que se tiene constancia y a la que aún no se ha podido controlar.
El Plan estará dotado con 100 millones de dólares para combatir la enfermedad
La OMS, a la que la elevada propagación y la brutal tasa de mortalidad del virus -mata a un 90% de las personas que lo contrae- ha pillado a contrapié, trabaja a contrarreloj en busca de soluciones para paliar esta amenaza. Por ello, Margaret Chan y los presidentes de los países afectados por la enfermedad han presentado el Plan de Respuesta, que estará dotado con 100 millones de dólares con los que pretenden combatir la enfermedad. El Plan “es parte de la intensificación de la campaña internacional, regional y nacional para controlar el brote”, se indica en un comunicado de la organización. “Los países han identificado lo que necesitan, y la OMS está contactando con la comunidad internacional para poder implementar el plan”, agregó.
La OMS, a la que la elevada propagación y la brutal tasa de mortalidad del virus -mata a un 90% de las personas que lo contrae- ha pillado a contrapié, trabaja a contrarreloj en busca de soluciones para paliar esta amenaza. Por ello, Margaret Chan y los presidentes de los países afectados por la enfermedad han presentado el Plan de Respuesta, que estará dotado con 100 millones de dólares con los que pretenden combatir la enfermedad. El Plan “es parte de la intensificación de la campaña internacional, regional y nacional para controlar el brote”, se indica en un comunicado de la organización. “Los países han identificado lo que necesitan, y la OMS está contactando con la comunidad internacional para poder implementar el plan”, agregó.
El Plan “identifica” la necesidad de activar a “cientos” de personas
para ayudar en las labores de prevención y control, más allá de los
cientos de trabajadores humanitarios y de los 120 empleados de la OMS
que ya están actuando sobre el terreno. “Se necesita especialmente
médicos, enfermeras, epidemiólogos, expertos en movilización social e
informáticos”, se indica. Además, el plan especifica que es necesario
que los países vecinos a los que ya están afectados extremen su
vigilancia y estén listos para la eventualidad de un contagio.
La detección y localización del virus es esencial para controlar su
propagación y evitar que se produzcan más casos. El objetivo final es
parar la transmisión y prevenir la transmisión en nuevos países. En este
sentido la OMS señala que doblará sus esfuerzos en comunicación para
asegurar que la población entienda cómo se contagia el virus y qué hacer
para evitarlo.
La opción de que el virus de el salto y alcance Europa planea sobre
el máximo organismo dedicado a la salud mundial. Su llegada al Viejo
Continente podría desencadenar una crisis sin predecentes en la historia
moderna. Por ello, la directora general de la OMS reconoció que los
gobiernos de los países afectados por el ébola imponer restricciones a
la circulación de personas o con relación a reuniones o eventos
públicos. Un coto al movimiento de ciudadanos que buscará como fin el
impedir que el brote se expanda más allá de África Occidental.
La directora general precisó que tales decisiones dependerán de la
situación epidemiológica en cada lugar y sostuvo que los países
afectados pueden necesitar recurrir a sus fuerzas policiales para
garantizar la integridad de los equipos sanitarios que están luchando
contra la peor propagación de esta enfermedad desde que fue detectada,
hace cerca de cuarenta años. “Los gobiernos pueden necesitar usar sus
fuerzas policiales y de defensa civil para garantizar la seguridad de
los equipos de respuesta. Algunos ya lo están haciendo”, declaró. Según
la OMS, se requiere una mayor sensibilización del público con respecto a
esta enfermedad y los políticos, así como los líderes comunitarios y
religiosos, deben participar en este esfuerzo difundiendo mensajes
veraces sobre ella.
La Unión Africana (UA), por su parte, también ha urgido a que se
coordine una acción continental y mundial para detener la expansión del
virus. “La respuesta al brote de ébola necesita una acción continental y
mundial consensuada para hacer frente a la epidemia, que supone una
amenaza para la salud y el desarrollo mundial”, advirtió la presidenta
de la Comisión de la UA, Nkosazana Dlamini Zuma, en un comunicado. Todo
hombro que se quiera arrimar es bienvenido para intentar controlar esta
mortífera enfermedad.
(Tomado de Cubadebate)