Por Yeter Palmero/ Televisión Camagüey
Cautiva este sitio
insigne de la ciudad de Camagüey. Jóvenes, niños, ancianos, personas de todas
las edades, le tienen como lugar de recurrente visita dadas las posibilidades visuales, de
sano esparcimiento, recreación y aprendizaje histórico que ofrece.
El Casino Campestre es considerado el parque
urbano más extenso del país. Surgió en la segunda mitad del siglo XIX alrededor
del río Hatibonico y el arroyo Juan de Toro, como extensión de las Ferias de La
Caridad.
En la posterior
centuria fueron erigidas en sus áreas obras arquitectónicas y monumentos de
tributo a personalidades de la Historia cubana, en perfecto diálogo con la
naturaleza.
Por solo citar
algunos ejemplos, el 20 de mayo de 1902, niños de las escuelas públicas ante la
presencia del Ayuntamiento y el pueblo, sembraron la conocida Ceiba. El 19 de julio de 1908 fue
inaugurada La Glorieta, construida por Aberto Casas Clapera y en 1924 La Gruta, a cargo de Antonio Moya.
El Monumento a Ramón Silva y Zayas, Coronel
del Ejército Libertador representante a la Asamblea Constituyente de 1901; es
una estatua procedente de España que data del 10 de octubre de 1921.
En homenaje al
presidente del Consejo de Gobierno de la República de Cuba en Armas y paladín
por la independencia frente a la intromisión yanqui en la Isla, Salvador
Cisneros Betancourt, fue inaugurada el 10 de febrero de 1928 otra pieza
escultórica.
Un año después, el
24 de febrero, quedó colocado el Monumento
al Libertador Desconocido, a propuesta del Consejo Territorial de
Veteranos. Contiene los restos de un
soldado del Ejército Libertador caído en combate durante la Guerra de Independencia de 1895.
Llama además la
atención en este parque urbano, el monumento conmemorativo del Vuelo Sevilla-Camagüey, protagonizado en
1933 por los aviadores Mariano Barberán y Joaquín Collar.
La obra La Paloma (2003), del escultor camagüeyano Roberto Estrada decora
también este espacio natural, junto a especies de coníferas y frondosos árboles
que componen la flora del lugar.
El Casino Campestre, como se le continuó
llamando a pesar de ser nombrado en 1916 Gonzalo
de Quezada, acoge a la familia
camagüeyana diariamente. Enamorados, estudiantes, deportistas, intelectuales y obreros
lo recorren. Eventos de marcada importancia cultural como la Feria
Internacional del Libro se desarrollan habitualmente allí.
Incluye servicios gastronómicos, recreativos, un parque
infantil actualmente en remodelación y zoológico; así como la Ciudad Deportiva, con el Palacio de los Deportes Rafael Fortún, pistas de atletismo,
campo de fútbol y el estadio beisbolero Cándido
González.
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