Por Katrien Demuynck * (Tomado de CubaDebate)
El 17 y 18 de abril un fantasma recorrió el Capitolio, el fantasma de la justicia. Por primera vez, un grupo de activistas internacionales de la causa de los Cinco Cubanos decidió hacer lobby en los elegantes despachos de congresistas y senadores en el Congreso de EEUU. ¡Y fue todo un éxito!
Sin embargo, el hecho de que 25 personas procedentes de EEUU, Canadá y Europa hayan sido recibidas en las oficinas de varias decenas de miembros del Congreso de los Estados Unidos de América no ha sido noticia para los grandes medios. La impunidad, la existencia en territorio estadounidense de terroristas confesos, las violaciones flagrantes a los derechos humanos de los Cinco prisioneros cubanos en cárceles norteamericanas, no son temas atractivos para las grandes corporaciones mediáticas y menos aún para los que habitan los cuarteles generales de quienes sostienen el sistema en EE.UU.
El inusual hecho de haber sido recibidos en las oficinas de un número importante de miembros del Congreso estadounidense, nos indica que el esfuerzo de la solidaridad internacional comienza a tener su impacto.
Luego de un agotador viaje desde Europa, arribamos a Washington el lunes 16 de abril. Nos esperaba todavía una reunión intensa. La compañera Ellen Bernstein nos informó a cerca del trabajo preparatorio para las citas con los congresistas. No es posible entrar en contacto con un diputado o senador sin cita previa. Alicia Jrapko, del Comité Internacional y los amigos solidarios que llegaron previamente, prepararon las carpetas y sobres de información que se les entregaría: Dictamen del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, Declaraciones emitidas por Amnistía Internacional y otros importantes documentos sobre el caso fueron incluidos en la información entregada a los congresistas. Entre los amigos solidarios de Canadá, Italia, Alemania, Bélgica y varios estados de EE.UU. se distribuyeron las tareas a realizar.
El martes 17, temprano en la mañana comenzó nuestra labor. Como europea estaba un poco sorprendida de que se permitiera el ingreso sin identificarse a los distintos edificios del Capitolio. Luego observé que el control de seguridad es muy estricto. Pasamos dos días en los interminables pasillos de los edificios del Senado y el Congreso que se encuentran dispersos en todo el Capitolio. No fue sencillo encontrar las oficinas donde luego nos recibirían, pero dimos con ellas.
En varias ocasiones fuimos recibidos por los secretarios o asistentes de los políticos, siempre fueron muy amables, en algunos casos cautelosos, y a veces, incluso entusiasta. Fui portadora de una carta firmada por dos senadores y cinco miembros de la Cámara del parlamento federal de Bélgica dirigida a sus homólogos norteamericanos. Los congresistas se mostraron impresionados. Nos preguntaron ¿Cómo es que un caso que apenas se conoce en los EE.UU. goza de tanto apoyo en todo el mundo?
Algunos comentarios fueron los siguientes:
- “La política de EE.UU. hacia Cuba hasta ahora no ha tenido ningún resultado y sin embargo nos quedamos atascados en la retórica de la guerra fría”.
- “¿Tienen ya el apoyo de otros congresistas? Luego podemos discutir con ellos lo que podemos hacer por aquí”.
- “En un año electoral, no vamos a poder hacer mucho”;
- “Los cubanos tienen la sensación de que son tratados de manera diferente a otros, y tienen básicamente razón. Eso debe cambiar. Nuestra política hacia Cuba se mantuvo estancada en la Edad Media”;
- “Céntrense en lo humanitario y en el hecho de que el caso de los Cinco Cubanos es un obstáculo para cualquier progreso en las relaciones Estados Unidos-Cuba”;
- “Estamos tan frustrados como ustedes acerca de esto”;
- “Felicitaciones por su iniciativa y que bien que son numerosos, porque ’se necesita un ejército para liberar a los Cinco’”;
- “En principio es posible hacer un proyecto de ley para la liberación de Cinco. ¿Pero cuándo llegaremos a esa situación ideal? “;
- “Podríamos, con algunos miembros del Congreso enviar una carta al Presidente Obama pidiéndole que libere a los Cinco por razones humanitarias. Averiguaremos cuál de los congresistas le gustaría tomar la iniciativa “;
- “La prohibición de viajar a Cuba de ciudadanos estadounidenses es una tontería que no conduce a nada”;
- “He visitado La Habana, y cuando salí me sentí como que había sido cubana en una vida anterior.”
Logramos visitar nada menos que 19 de los 100 senadores, un éxito inesperado. Visitamos también a unos 20 congresistas y entregamos a otros abundante información sobre los Cinco. A veces nos recibieron en oficinas elegantes, con otros sólo hubo tiempo para una breve reunión informativa en los pasillos, ¡lobby de verdad!
Una cosa es cierta: nuestro cabildeo fue un éxito inesperado que nos alentó mucho. Puedo asegurarles que el fantasma de la justicia seguirá caminando en esa dirección, aunque los grandes medios quieran omitirlo, con o sin elecciones.
*Katrien Demuynck es Coordinadora de la campaña europea por la libertad de los Cinco.
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