Por Yeter Palmero/ Televisión Camagüey
Sin pretender hacer una amplia disertación sobre el actual comportamiento de Barak Obama, no es difícil percibir que de sus promesas de campaña electoral a la realidad, existe una distancia enorme. Los discursos que revelaban entonces a un excelente orador, inteligente y un poco más honesto que sus antecesores, resultan hoy risibles ante la realidad palpable.
Simultáneamente a la compleja situación económica que vive su país y el orbe en general; este presidente estadounidense a dado el sí, a conflictos bélicos con su nación como protagonista. ¡Qué nadie piense que el reparto territorial del mundo ha concluido! Los más poderosos continúan usurpando el espacio de quienes no resisten su empuje hegemónico.
Durante el mandato del primer afroamericano en la Casa Blanca las guerras no han cesado, la prepotencia imperialista no ha tenido coto, ni la economía ha mejorado ¡Todo lo contrario ha sucedido! ¡Basta escuchar las noticias diarias para comprobarlo! Incluso en ese propio territorio aumentan el desempleo, la pobreza y los desplazados.
Cuando observo al señor Obama con una amplia sonrisa en televisión, acompañado en espacios públicos por su esposa e hijas; pienso: “este hombre tiene la conciencia domesticada”. Sólo así puede un ser vivo sonreír cuando sus gestos, palabras y pensamientos, son responsables de las muertes de miles de personas en el mundo, mayormente población civil.
No son pocas las familias mutiladas física y emocionalmente por tanto genocidio. Las bombas y la metralla, les han arrancado el derecho a crecer, sonreír y a envejecer junto a los suyos, a un representativo número de infantes.
¿Cómo puede mostrarse tan tranquilo? Este hombre, con tan alto poder en sus manos; en busca de beneficios económicos obvios —gruesos monetaria y hegemónicamente—, parece haber olvidado lo que es ser padre, hijo y esposo. ¿Es que en él se aplica el refrán “con las glorias se olvidan las memorias”? Quizás, su mal no es ese, y pueda definirse de otro modo.
Tal vez al colocar la cabeza en la almohada, sin máscaras y fuera del lente de los medios de difusión; el señor Obama desecha los pensamientos que le revelan su verdadero actuar. Puede que se diga a si mismo que no es tan grave y elija cuestiones más agradables para su mente, de esas que alientan y no desaniman.
Aunque sólo son aproximaciones desde lo que a simple vista se percibe y sin pretender adivinar nada; parece que el presidente ha constituido el hábito de domesticar pensamientos y erradicar culpabilidades.
Los crímenes cometidos contra los libios en nombre de la libertad son espeluznantes, tanto como inaceptable es, que Cinco antiterroristas cubanos permanezcan encarcelados en los Estados Unidos tras un proceso legal amañado y manipulado por la mafia de Miami. En estas cuestiones, miles de personas en el planeta se expresan a través de movimientos solidarios para que el gobierno de esa nación tome partido a favor de eliminar ambas injusticias. No obstante, la máxima dirección del Imperio persiste en seguir adelante con los planes trazados.
¡La verdad siempre se abre paso! Aunque terroristas como Posada Carriles gocen de total impunidad, René González deba permanecer después del 7 de octubre en los Estados Unidos bajo el concepto de “libertad supervisada”, y continúen las grandes potencias definiendo el futuro de Libia; la justicia llegará.
¡No será eterna tanta crueldad!! Las voces de miles no permitirán que reine el silencio!
Simultáneamente a la compleja situación económica que vive su país y el orbe en general; este presidente estadounidense a dado el sí, a conflictos bélicos con su nación como protagonista. ¡Qué nadie piense que el reparto territorial del mundo ha concluido! Los más poderosos continúan usurpando el espacio de quienes no resisten su empuje hegemónico.
Durante el mandato del primer afroamericano en la Casa Blanca las guerras no han cesado, la prepotencia imperialista no ha tenido coto, ni la economía ha mejorado ¡Todo lo contrario ha sucedido! ¡Basta escuchar las noticias diarias para comprobarlo! Incluso en ese propio territorio aumentan el desempleo, la pobreza y los desplazados.
Cuando observo al señor Obama con una amplia sonrisa en televisión, acompañado en espacios públicos por su esposa e hijas; pienso: “este hombre tiene la conciencia domesticada”. Sólo así puede un ser vivo sonreír cuando sus gestos, palabras y pensamientos, son responsables de las muertes de miles de personas en el mundo, mayormente población civil.
No son pocas las familias mutiladas física y emocionalmente por tanto genocidio. Las bombas y la metralla, les han arrancado el derecho a crecer, sonreír y a envejecer junto a los suyos, a un representativo número de infantes.
¿Cómo puede mostrarse tan tranquilo? Este hombre, con tan alto poder en sus manos; en busca de beneficios económicos obvios —gruesos monetaria y hegemónicamente—, parece haber olvidado lo que es ser padre, hijo y esposo. ¿Es que en él se aplica el refrán “con las glorias se olvidan las memorias”? Quizás, su mal no es ese, y pueda definirse de otro modo.
Tal vez al colocar la cabeza en la almohada, sin máscaras y fuera del lente de los medios de difusión; el señor Obama desecha los pensamientos que le revelan su verdadero actuar. Puede que se diga a si mismo que no es tan grave y elija cuestiones más agradables para su mente, de esas que alientan y no desaniman.
Aunque sólo son aproximaciones desde lo que a simple vista se percibe y sin pretender adivinar nada; parece que el presidente ha constituido el hábito de domesticar pensamientos y erradicar culpabilidades.
Los crímenes cometidos contra los libios en nombre de la libertad son espeluznantes, tanto como inaceptable es, que Cinco antiterroristas cubanos permanezcan encarcelados en los Estados Unidos tras un proceso legal amañado y manipulado por la mafia de Miami. En estas cuestiones, miles de personas en el planeta se expresan a través de movimientos solidarios para que el gobierno de esa nación tome partido a favor de eliminar ambas injusticias. No obstante, la máxima dirección del Imperio persiste en seguir adelante con los planes trazados.
¡La verdad siempre se abre paso! Aunque terroristas como Posada Carriles gocen de total impunidad, René González deba permanecer después del 7 de octubre en los Estados Unidos bajo el concepto de “libertad supervisada”, y continúen las grandes potencias definiendo el futuro de Libia; la justicia llegará.
¡No será eterna tanta crueldad!! Las voces de miles no permitirán que reine el silencio!
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